La gestión y tratamiento de los residuos sólidos urbanos permite su reincorporación a los ciclos productivos, minimizando su impacto sobre el medio ambiente y fomentando el desarrollo sostenible mediante un aprovechamiento más óptimo de los recursos naturales.
Las plantas de tratamiento de residuos deben contar con las últimas tecnologías y diseñarse de forma rigurosa, conforme a normativas aplicables en materia de gestión de residuos y medio ambiente, con el fin de obtener la autorización por parte de los organismos competentes, tras un minucioso estudio de impacto medioambiental.
Uno de los procesos fundamentales en las plantas de tratamiento de residuos es el que se refiere al control y tratamiento de lixiviados. Estos líquidos son altamente tóxicos y peligrosos para el medioambiente, por lo que deben ser tratados correctamente mediante procesos biológicos, procesos físicos-químicos o sistemas de filtración antes de ser vertidos a una estación depuradora de aguas residuales.
En las imágenes, se muestran agitadores instalados en etapa de tratamiento físico-químico de los lixiviados, en una de las plantas de tratamiento de residuos más grandes de España.